No tenemos muy lejana la imagen del luto, es decir,
de la ropa negra, ya que aún persiste la tradición, salvo con la
diferencia de que antes se mantenía el luto durante más años que ahora.
Incluso antes, los hombres en estas circunstancias, se ponían la camisa y
el pantalón también negros, bien fuesen éstos de pana o de género. También
los hombres podían mostrar su dolor mediante un brazalete en la manga
izquierda, un pico de la solapa o un botón en la chaqueta, por supuesto de
color negro.
La duración del luto iba desde tres meses para los
primos hasta dos años para parientes más cercanos, y se pasaba del luto
riguroso al aliviado –con algún cuello blanco- y después al medioluto,
con ropas de color violeta o gris, medias de un color que se llamaba
torcaza o humo, y algunas telas con pequeños motivos en blanco sobre
negro.
La tradición era tan extrema que incluso abarcaba a
las novias que se iban a casar, luciendo éstas el día de su boda un
vestido negro si estaban de luto, con la única salvedad del velo que sí
que era blanco.
Por lo que respecta al velatorio, los más cercanos
al difunto, la noche del mismo, obsequiaban a la familia de éste con
chocolate, tortas o bizcochos, para que la vela fuese más llevadera.
Los entierros varían mucho de una localidad a otra
aunque por tradición, pasada la misa, el pésame se daba en el exterior de
la iglesia o en el exterior de la casa (después de la inhumación del
cuerpo), pasando primeramente los hombres y una vez que terminaban éstos,
lo hacían las mujeres.
Finalmente todo concluía con el entierro, el
posterior rosario en casa del difunto y el reparto de esquelas mortuorias
a los más allegados. En estas esquelas podía figurar la foto o no del
difunto, la fecha de nacimiento y muerte, y una oración o responso para
ser rezada por el alma del muerto.
Pasado ya un año se celebraba la tradicional misa de
cabo de año, en la que si también se quería se volvían a repetir las
condolencias a los familiares.
Los Cementerios de Madridejos
Existen discrepancias acerca si fueron tres o cuatro
los cementerios existentes. Parece ser que el cementerio antiguo que se
conoce por los participantes del taller, aunque no con el reconocimiento todos,
es uno que existió al finalizar la vereda, junto a la carretera
que Camuñas. Estaría situado más o menos junto a la carretera y la vereda.
Allí al par también existió una pequeña ermita que si se observa bien
aún quedan resto ce cascotes de tejas.
Respecto a los tres que nos quedan las discrepancias
son menores. Por un lado tendríamos el cementerio de Santa María que sería
el primitivo cementerio de Madridejos y del que aún vemos losas en el
atrio. Después el de San Sebastián, y por último el actual cementerio que
está situado en la carretera general de Madrid.

Fotos del Cementerio actual
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